Del Libro
"La Biblia III, TESTAMENTO DE TODOS LOS TIEMPOS"

TÁBULA MÁXIMA HIPERBÓREA - TABLA ESMERALDA


CAPÍTULO I
ADVERTENCIA ESPECIAL:

Intentar aprender rápidamente esta Tábvla Máxima es como intentar comerse y digerir un elefante en unos minutos. Ni el mismísimo Hermes Trimegisto pudo haber aprendido todo en unas pocas lecturas. Ningún lector inteligente se asustará con esta advertencia, pero sólo un gran tonto la despreciaría.
Es posible que tardes muchos años en comprender en profundidad el contenido de este Libro, y muchos más en poder aplicar el conocimiento en forma práctica. Pero así como no es posible que un buen árbol construya su enorme cuerpo de dura madera en una hora, tampoco es posible para el hombre normal de esta civilización aprender los misterios del Cosmos en una leída. Menos aún cuando no tiene siquiera suficiente conciencia de si mismo.

Esta Tábula es la máxima clave para el conocimiento de las Todas las Ciencias, porque es la manifestación propia de Dios Padre Absoluto del Universo. Está compuesta de 8 (Ocho) Leyes o Arcanos Mayores llamados Principios Metafísicos, cada uno de las cuales representa una de las ocho formas interactuantes de la manifestación Divina.
Los Principios Metafísicos son ABSOLUTOS E INMUTABLES; Las Leyes Herméticas son RELATIVAS E INMUTABLES. Tanto Principios como Leyes deben ser respetados y su conocimiento puede ser aplicado correcta o "Teúrgicamente" -de acuerdo a la Voluntad Divina- lo que producirá Libertad, Felicidad, Paz, Alegría de Vivir y Existir, permitiendo evolucionar hacia estados cada vez más Gloriosos y Perfectos. Pero el uso incorrecto o "Demiúrgico" de este conocimiento -contra la Voluntad Divina- produce esclavitud, involución, sufrimiento, infelicidad y aniquilación del Ego o Conciencia Humana. No existe forma de violar las Leyes Divinas; sólo es posible producir desequilibrios en sus manifestaciones, pero es imposible escapar a los efectos. Todo lo que existe contiene esencialmente a todos los Principios y Leyes porque es producto y manifestación de ellas.
Todos los Principios y Leyes pueden usarse positiva o negativamente, destructiva o constructivamente, y los efectos serán determinados como buenos o malos, no por la polaridad (negativa o positiva) sino por la intención del Ser actuante y el equilibrio entre el AMOR, la INTELIGENCIA y el PODER que se aplique.

Helena Petrova Blavastky, ( 1831 - 1891 ) fundadora de la Sociedad Teosófica, enseñó con mucho detalle lo que los Maestros le dictaron para completar el cuadro de conocimientos teórico-prácticos que todo esoterista de su época (segunda mitad del siglo XIX ) debía tener para marcar hitos evolutivos en el desarrollo de la humanidad. Su lucha no fue fácil, pero tampoco vana. Gracias al desarrollo de la Teosofía ( y a pesar de las infiltraciones políticas y doctrinarias actuales), el trabajo de esta maravillosa discípula permitió a la venezolana Conny Méndez desvelar más aspectos de la Metafísica. Concretamente, explicó que hay siete Principios Metafísicos (Amor, Vida, Verdad, Inteligencia, Principio, Unidad y Espíritu), uno de los cuales era la base metafísica conocida hasta entonces, que son las Siete Leyes Herméticas que componen el Principio, propiamente dicho. Aparte de esto, la enseñanza transmitida por Conny fue recibida del Maestro Saint Germain, cuya existencia ha sido probada repetidas veces, incluso en su presencia física en Universidades europeas y de USA en la primera mitad del siglo pasado. De modo que aunque no está claro que los dictados hayan sido realmente por telepatía o en presencia física, lo importante es la calidad de los conocimientos dados, sin duda irrefutables dialéctica, filosófica y prácticamente.

El cuadro metafísico hasta Conny Méndez, por lo tanto, era éste de la imagen, con sus colores pero sin los símbolos. Las Siete Leyes Herméticas (se consideraba que era todo al desconocer los demás Principios) nunca se perdieron porque el libro que contenía este Kybalion no se quemó en el criminal incendio de la biblioteca de Alejandría ordenado por el obispo Teófilo alrededor del año 395 D. de C.

Había permanecido en un baúl de cobre y fue recuperado por discípulos de Hipatia, sobrevivientes de la primera masacre realizada por católicos. Mas de dos siglos después, en el año 633, cayó en manos del Califa Omar, quien seleccionó personalmente casi todos los libros que ordenaría quemar por ser éticamente contrarios al Corán. así como los que mandaría a guardar y proteger. Como el Kybalion (Escrito en jeroglíficos, en árabe y latín), fueron muchos los libros que este Califa mandó a guardar e incluso a copiar y divulgar por no tener nada contra el Islam, y gracias a eso ningún libro esotérico de los que quedaban se perdió. El Califa escribió en una orden a su bibliotecario: "El Kybalion es un libro inspirado por Alah y permite asomarse con el pensamiento a su Infinita Grandeza. No es mejor ni peor que el que nos legó el Profeta, porque proviene de la misma Divinidad. Sólo que lo dictó a un Profeta desconocido ha mucho tiempo, y sólo para las Almas más grandes. Así que lo protegerás con tu vida si fuese necesario y mandarás a traducirlo a todos los idiomas".

El griego Solón de Corinto, políglota, filósofo y escriba al servicio del Califa, conservaba algunos escritos relacionados a las Leyes Herméticas pero vagos e incompletos, provenientes de su país natal, así que recibir del Califa la solicitud de traducción a su idioma y a los que supiera, dicha solicitud le representó el más grande regalo que jamás pudiera dársele. Comprendiendo tras la primera lectura la importancia y las dificultades para hacer una traducción correcta, convocó a una élite griega que fue a Alejandría a hacer copias a medida que él hacía la traducción (recuérdese que era todo a mano). Solón y los amanuenses demoraron cinco años para traducirlo al griego y cinco años más pasaron haciendo copias en árabe y latín adaptadas, porque la original tenía giros ya casi olvidados y difíciles de comprender por un neófito en la metafísica.

Esos conocimientos pueden dividirse en dos clases:
1) Teórico básicos
2) Detalles y práctica.
La mayor parte de la bibliografía de Conny Méndez fue como la de Blavastky, o sea detalles generales y prácticos, acordes al Plan de los Maestros, sin entregar más hasta que hubiera una masa preparada. Pero en las últimas décadas del siglo XX era necesario entregar a la Humanidad (al menos a la pequeña parte de ella compuesta de discípulos e iniciados auténticos) conocimientos más completos para lograr la masa crítica de consciencia colectiva que se necesita para afrontar los procesos drásticos que vive esta civilización, al borde de su extinción o su evolución.

De modo que por medios que ni vale la pena comentar ni discutir, totalmente carentes de importancia (ni ahora ni más adelante), se asignó a Gabriel Silva la responsabilidad de completar el cuadro metafísico puro, es decir: Un Principio que no había sido dado a Conny Méndez, sino apenas insinuado en poemas bellísimos y detalles teóricos; El Principio ETERNIDAD. No se entregó antes porque la mayoría de las personas coetáneas con Conny (Y más aún en la época de Blavastky) incluso la mentalidad de los metafísicos y otros discípulos, relacionaba la Eternidad con la muerte. Antes de entregar la enseñanza de este Principio era preciso que las ciencias ordinarias abrieran un poco más las mentes al concepto de Infinito o Eternidad (ya en función de "tiempo", ya en función de "espacio") en las matemáticas, el Universo, etc. para desligarlo de la pesadumbre mental que reinaba sobre las masas al sólo mencionar la palabra Eternidad, usada sólo por las religiones y de modo fúnebre y fatalista.

El trabajo de Gabriel Silva fue completar la Tábula Máxima Hiperbórea, también llamada "Tabla Esmeralda", aunque ésta es en realidad un escrito hermético de aplicación técnica de la Tábula Máxima, de cuya existencia apenas se sabía aunque todos los metafísicos y en especial ya los discípulos de Conny la intuían. El nombre original puede que fuera "Libro del Ojo de Dios" (en griego), o Scientia Oculus Dei (en latín) de cuya búsqueda y menciones hay registros en Egipto, Grecia y en el Imperio Otomano, así como en la Francia del siglo XII.

La completó incluso con sus símbolos originales, guiado hasta las fuentes en recorridos por varios países e innumerables bibliotecas para confirmar los valores de los símbolos. Pero una vez completado el cuadro con las Siete Leyes de cada Kybalion, o sea la composición de cada Principio, comprendió que no podía funcionar el cuadro metafísico, tal como ya había previsto, como la raíz causal del Taroth. Las cartas egipcias eran en realidad 64, más unas cartas auxiliares que podían usarse o no, dependiendo de lo que debía analizarse. El máximo total era de 78 cartas. En realidad, una especie de computadora gráfica, conteniendo cada una Ley Hermética o un Principio. O sea OCHO ARCANOS MAYORES y 56 ARCANOS MENORES.

Esto servía para "armar el cuadro de situación", no como forma "adivinatoria", porque sería como usar los números para adivinar, cuando en realidad son para sacar cuentas y calcular cosas concretas, aunque los números sean abstractos... Sólo que en este caso, se trata de visualizar interacciones entre Leyes Naturales, abstractas pero de efectos concretos -como los números que no podemos retener en la conciencia y ponemos en el papel- y que usado correctamente, puede servir para comprender una situación, deducir sus causas y sus posibles efectos presentes y futuros, así como inducir el modo de llevar los acontecimientos en concordancia con las Leyes Naturales, es decir en armonía con el Universo... Pero NO COMO ADIVINACIÓN, sino como inducción y deducción.
De todos modos, el cuadro no funcionaba porque faltaba algo... El número de cartas del Tarot no coincidía con los Principios y Leyes... Hasta que descubrió que existe un Octavo Principio: La Eternidad. A partir de allí quedó todo coherente, con sentido y sin contradicciones teóricas ni prácticas. Porque el Universo que estamos sondeando, experimentando, vivenciando, es Infinito y Eterno.

De modo que la tabla quedó por fin completa, con esta composición:

 

Clik en la imágen
para agrandarla. La necesitas para comprender mejor los textos. También para conocer los símbolos herméticos reales.

Pulsa sobre cada Principio para ver su enunciado y las Leyes Herméticas que lo componen.


Consigue el impreso, y aprenderás mucho más en:
LA BIBLIA III -TESTAMENTO DE TODOS LOS TIEMPOS
 

LOS INSTRUMENTOS MATERIALES MÁS IMPORTANTES DE LOS MAGOS UTÉNTICOS:
LAS PIRÁMIDES


 

CONSULTORIO PSICOLÓGICO y PARAPSICOLÓGICO A DISTANCIA Y DOMICILIO
Atención psicológica en todo el mundo, con garantía de privacidad.
VOLVER AL MAPA DE ASKASIS
VOLVER AL INDICE ESOTÉRICO