Viaja a Egipto con nosotros

DE LA MEMORIA DE LA RAZA

En noches de milicia, sobre la Gran Montaña,
meditando profundo en el fuego de la hoguera,
la sangre se me turba, los ojos se me empañan
y recupero entonces una memoria entera,
la Memoria del Alma, paisaje de otras eras,
por eso las mentiras de Jehová no me engañan.
Por eso no me engañan plegarias lastimeras,
de perseguidos pueblos que la maldad apañan.

Escucho los potentes tronares de otras guerras,
terroríficas las velas, vienen cruzando el mar...
De pólvoras y cruces se infectan nuestra tierras,
¡Contra ambición y moneda no se puede luchar!,
miles son masacrados; los valles y las sierras,
son testigos de injusto y desparejo batallar.
América fermenta, se pudre y se aterra,
con falsa independencia la logran engañar.

Las estampas de santos destruyendo lo Eterno,
y un dios crucificado pide seguir su ejemplo:
Tormentos en la vida y horror en el infierno,
esclavos del dinero lo adoran en sus templos,
y son sus corazones más fríos que el invierno,
el látigo en la diestra, en la otra, ese dios muerto.
Mientras matan al Indio, que es Vikingo por dentro,
miles de negros llegan esclavos a sus puertos...

El fuego me despierta memorias ancestrales,
¡Un dios que atemoriza en Sagradas Escrituras!,
que impone mandamientos propios de pueblos truhanes...
¡Que busca idolatría a la par que tortura!
¡Qué confusión inmensa hicieron los rufianes,
que cambiaron la Historia con genio y con locura!

Un dios que manda horribles castigos, dios infame,
que ordena asesinatos, que auspicia la tortura...
¡Medio millón de Cátaros, auténticos Cristianos,
y miles de sabios y purísimos Templarios,
colgando en la consciencia de católicas manos,
¡Quemados en el fuego infernal por los falsarios !

Confundir una idea produce más desmanes
que guerra y que cañón, porque arrastra a la locura.
Se mezclaron las doctrinas de Jehová y de Jesús,
en una idea insana; dios de intención impura
que arrasa con las almas sin perdonar ninguna,
que no es el Dios del Mundo, de la Vida y de la Luz,
sino el Gran Impostor que hoy engaña a las Naciones
que al mundo le echa culpas y hace cargar su cruz...
que pone de rodillas a fieles y santones,
y corona con espinas su vacía testuz.

Persecución calumniosa ideada en la mente
de un dios que sólo es hombre, ¡Pero es el Dios del Mal!
Y me devuelve el fuego, al tiempo del presente,
donde continúa su obra ese dios infernal...

¡Y siento que reclama en mí el Indio ausente,
y mi sangre Vikinga que sufrió un daño igual!...
Siento clamar al fondo del Alma en mucha gente,
Anhelando el Paraíso de la Vida Inmortal.

Y pido al Dios cristiano que cure sus heridas,
para quitar al mundo su faz crucificada,
reivindicar las Razas sin estar de rodillas...
¡Que se temple el arado, el Alma y la Espada!
¡Que rompa la historieta de calvario y de espinas,
y tengan los Kristianos sus frentes levantadas,
que se arranquen los clavos, que quemen las astillas
de la fatal mentira de cruz degenerada.

Y me remonta el fuego al pasado Glorioso,
con chispas persistentes, cual si quisiera indicar,
el próximo derrumbe del círculo vicioso,
y -por fin- en el Mundo, pueda el Amor imperar.

Así, desde la cumbre, irradio un pensamiento,
con el poder invencible que tiene la Verdad:
¡Se van a unir los Hombres, conscientes un momento,
de que sólo les queda defender la Libertad!


Ramiro de Granada

Para tu mayor comprensión de los temas esotéricos, metafísica pura y práctica...