Viaja a Egipto con nosotros

 

¡VOLVEREMOS!


Los amos del silencio navegaron por la sangre brava
de mi pueblo esclavo.
Llenaron de terror la boca de los niños,
adormilados y tiernos gorriones vestidos con harapos.
Vaciaron los ojos de los ancianos
con toques pavorosos de electrizados clavos.
Crucificaron las ubres de la vida, mataron los capullos del amor y
vejaron la fuente concebida...
Sólo un minuto bastó y se hizo eterna la calvicie de los huesos
al sol del mediodía.
Los amos victoriosos alimentaron sus mochilas de manos
labradas de trabajo, de cerebros de cadáveres brillantes,
de poderosas ideas compartidas,
cargaron el amor, la dignidad, el fuego, la esperanza
humildemente entretejida...
Pero una arcaica mujer, una adivina
con nombre de cristal, flota en las banderas
que aguardan arropadas, el despuntar del día,
y volverá siendo millones imparables, tumultuosa, ignorada, resarcida,
la raza oscura, aquella sin camisa, esa, la que se yergue clandestina,
la que no pudieron matar, hermano mío, la tuya,
la nuestra, ¡la mía!
Caminaremos codo a codo por las anchas avenidas,
como un río de luz, coreando a voces las consignas,
el pecho abierto al sol y las tormentas, la mirada enfebrecida,
¡Ya verás, cuando la Patria esté de pie,
nos hará eco toda América Latina!

Tabby Cordero.
Para vos, Dany, cumpa del alma.