RUNAS

LA DOCTRINA DEL KRISTIANISMO Y LAS RUNAS

   La única Doctrina que existe es la Verdad, y como ésta es un Principio Metafísico, es decir que se trata de un aspecto de la Divinidad, no puede ser interpretada correctamente sin conocerse todos sus aspectos; lo cual nada tiene que ver con las creencias. Entonces la DOCTRINA, desde su misma fuente etimológica latina nos dice lo que es: Doc = Conocimiento (de allí viene "doctor"), y Trina = Trinidad, o "compuesta de tres".

   La Doctrina fue enseñada siempre por los Maestros de la Humanidad. Puede y debe vivir cada raza y cada pueblo con su propia cultura, con sus propias creaciones y manifestaciones del espíritu, pero ningún pueblo puede evolucionar, ascender y ser feliz en su maravilloso camino por la Eternidad, si no vive de acuerdo con las Leyes Absolutas de la Creación. Esto vale para un pueblo como para un individuo.

   La Doctrina es, simplemente, la obra de enseñanza de esas Leyes Metafísicas y de la estructura de las mismas. Si bien estas Leyes Absolutas o Metafísicas son ocho, y cada una de ellas está compuesta de siete Leyes Herméticas, los Individuos y grupos de todos los Reinos de la Naturaleza -cualquiera sea su grado de conciencia- se desarrollan bajo tres pautas de equilibrio, que les permite estar perfectamente atenidos a todas las Leyes y en armonía con ellas. Dichas pautas componen la Doctrina. (Ver Tábula Máxima Hiperbórea)

   Los cabalistas hebreos sumaron 8 + 7 + 3, y dijeron 18 dividido 3 = 6 + 6 + 6, dejando al ras tres números que no se relacionan de la misma manera, ni se compatibilizan así. Entonces quedó demiúrgicamente confundida la Doctrina en su aspecto matemático. 666 es lo mismo que 8 x 7 dividido 3. Resulta un número periódico de error continuo = 18,666...

   La operación correcta es: 8 Principios Metafísicos, por 7 Leyes Herméticas cada uno = 56 Leyes, pero deben sumarse los Principios en sí, quedando 8 x 7 + 8 = 64. Y 64 dividido 3 resulta 2l,3333..., que es el único número periódico de Eterna Perfección y Evolución, pues los Tres Aspectos de la Doctrina interactúan desde y hacia el Infinito. Estos Tres Aspectos son los que deben marcar el equilibrio en el individuo, en su comunidad y en la relación de todos los Seres de la Creación, y son: AMOR, INTELIGENCIA y PRINCIPIO. 6 La Doctrina explica y aplica estos Tres Principios mediante Tres Radiaciones, Tres Leyes y Tres Normas. La comprensión y práctica de uno sólo -cualquiera- de estos Trios permite al hombre orientarse hacia la felicidad espiritual de la evolución.
Las Radiaciones son:

AMOR = SER = INTENCIÓN
INTELIGENCIA = CONCIENCIA = COMPRENSIÓN O MÉTODO
PRINCIPIO = VOLUNTAD = PODER O REALIZACIÓN

   En un conjunto de individuos, esto se manifiesta en los tres estamentos mayores de toda comunidad, pueblo, nación o imperio.

AMOR: .........................Equivalente a RELIGIÓN
La religión bien entendida es la práctica filosófica y la manifestación artística del individuo y el pueblo, y no debe carecer de enseñanza y espíritu científico. El dogma implica un "creer por la razón de la fuerza", en vez que por la fuerza de la razón.

INTELIGENCIA: .........Equivalente a CIENCIA
La ciencia sin metafísica y sentido religioso es ciega pero no inocua. Hace desastres.

PRINCIPIO: ..................Equivalente a POLÍTICA
La Política es la organización necesaria para conservar y acrecentar todos los valores de un pueblo, y no la mera distribución económica de bienes y servicios. Cuando la función política asegura los bienes espirituales y la correcta aplicación de la ciencia, y defiende la diversidad de las manifestaciones artísticas, los bienes materiales quedan asegurados en la aplicación de la Economía Natural, basada en el autoabastecimiento local y en el trabajo vocacional individual. Sólo así es posible la plena aplicación de la Doctrina Kristiana.

   Pero el Político auténtico es el responsable sin pretexto del bienestar del pueblo, y tal bienestar no se refiere exclusivamente a lo económico. Bienestar implica satisfacción espiritual y psicológica, riqueza intelectual y seguridad económica por sus propias capacidades de producción. Un pueblo equilibrado se halla seguro en todo sentido, pues no depende de poderes o economías externas, ni dudarán los individuos en defender con su vida los valores que poseen, en la comprención de que la vida física no es el máximo valor si carece de Libertad. El Político auténtico lo es por absoluta vocación solidaria y no por mero afán de poder o riqueza. Se ha comprometido a aplicar la voluntad popular. Un genio político puede educar y preparar a un pueblo para vivir y evolucionar mejor, pero por lo general el político surge de la masa, siendo como individuo, el promedio de lo que es el pueblo. En el sistema Imperial, ese promedio es elevado mediante la elección de los mejores, sin participación popular más allá de la elección local y directa. Así no puede haber demagogia; no puede usarse o engañar a la masa porque ella elige únicamente a quienes conoce localmente, y no a una imagen fabricada. Luego, la elección entre los representantes se basa en la convivencia y la discusión filosófica armónica, pruebas de inteligencia y valentía, y la disposición al sacrificio personal, pues el verdadero Político es el que tiene Amor suficiente como para poner todo bien personal y el tiempo de su vida al servicio de la masa.

   En las pseudo-democracias nacidas tras la Revolución Francesa, lejos de recuperarse la República en su verdadero sentido, surgió el libertinaje disfrazado de libertad; la mezcolanza despersonalizante en vez de la igualdad -que sólo es real en lo profundo de la espiritualidad-, y la fraternidad nunca llegó a ser, debido a la pérdida de los valores espirituales y a la disociación de los estamentos científicos, religiosos y políticos. En estas democracias actuales, salvo algunas excepciones, el político es el menos iluminado por sabiduría alguna, pues sus características son la astucia, el afán de riqueza y poder, la vanidad personal y las ideas inculcadas por el sistema educativo del mercado. Pero todo esto cambiará en la medida que los pueblos recuperen la esencia de la Doctrina. Algunos políticos que surjan o que ya se hallen instalados en el poder, podrán modificar esta situación -no sin gran lucha- en la medida que su Amor a la Humanidad les lleve a comprender que la unidad de los tres estamentos de la Doctrina es la clave del Ser individual y colectivo. Pero dejemos el tema político en manos de Ecologenia y sigamos con lo nuestro.

   Las Leyes son:

Descúbrelas en el Testamento de Todos los Tiempos

   Para el desarrollo práctico de la Doctrina, y para su aplicación sin necesidad de entender lo anterior, cuando los discípulos carecen de suficiente intelecto, las pautas son las TRES NORMAS:

PRIMERA NORMA: Tu SER es Amor puro e infinito. Ama sin límites a la Creación y a todos los Seres en Ella, aún a tu circunstancial enemigo, aunque debas combatirle con toda tu fuerza. No dejes de amar por ninguna causa, y que tu único sentimiento sea el Amor. Observa tus sentimientos separadamente, hasta eliminar toda emoción que no sea Amor Puro, aunque se le parezca.

SEGUNDA NORMA: Tu SER es Inteligencia pura e infinita. Piensa sin límites y jamás creas en nada, ni por sí ni por no. El que cree no sabe, y siempre se equivoca. El que sabe no necesita creer. Busca la Verdad y ámala sin importar su aspecto; observa imparcialmente los cambios de las Verdades Relativas y piensa, piensa y piensa. Dios no quiere que creas en Él, sino que le conozcas. Tú mismo eres una chispa de Dios. Nunca serás el Absoluto, pero el Absoluto está dentro de tí.

TERCERA NORMA: Tu SER es Voluntad pura e infinita. Eres un Centro de Influencia y Poder, y puedes interactuar armónicamente con todas las Voluntades de todos los Seres de la Creación si estás en equilibrio. Antes de actuar, Ama y Piensa tanto tiempo como sea necesario para que estés absolutamente seguro que tu acción será armónica con el Universo. Pero cuando decidas actuar, si lo haces con Absoluto Amor y con cuanta Inteligencia puedes, no demores un segundo en comenzar. No te inquietes por los resultados externos, pero atiéndelos y sigue Amando, Pensando y Actuando. Tienes toda la Eternidad por delante aunque cambies de estado; pero si no actúas, dejarás de Ser; porque la Vida Eterna es Eterno Movimiento. Si cumples las Tres Normas, estarás en la Normalidad de la Creación, que es FELICIDAD ABSOLUTA.

    Estas Tres Normas... Descúbrelas en el Testamento de Todos los Tiempos

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